Galileo se sitúa entre los siglos XVI
y XVII, pero se le considera renacentista. Concibe la naturaleza como
un sistema sencillo y ordenado traducible en términos matemáticos.
A partir de él, la física asume las matemáticas como herramienta
necesaria.
Galileo sienta las bases del método
científico (observación para crear hipótesis expresadas de manera
matemática que se confirmarían o no con la experiencia y la
experimentación).
La experiencia es fundamental para la
ciencia, ya que nos aporta las cualidades de las cosas (cualidades
primarias, interesantes para la ciencia ya que se pueden traducir en
expresiones matemáticas y cualidades secundarias que no interesan a
la ciencia porque no se pueden expresar matemáticamente).
Galileo asume los límites del saber
científico. El terreno de la ciencia es lo observable, lo no
observable es de la fe, terminando así con el problema de fe y
razón, que ni se complementan ni se contradicen.
4.4.2. EL CRITERIO DE EVIDENCIA
Descartes encuentra lo que para el es
el primer principio de la filosofía que se resume en la frase
“pienso, luego existo”, que resume que más allá de la duda y de
que se intente cuestionar todo, el pensamiento no se puede
cuestionar, mientras pensamos, ya somos algo y eso no se puede negar.
Este principio ya había sido usado
anteriormente por oros autores, pero el mérito de Descartes recae
en fundamentar el criterio de evidencia en el “pienso, luego
existo”.
Criterio: regla que permite establecer
que proposiciones son válidas y cuales no. Para Descartes el
criterio es la evidencia, por tanto, el modelo de toda evidencia es
el “pienso, luego existo”, ya que nos permite fundamentar todo el
sistema del conocimiento.
Certeza: asentimiento subjetivo,
aquella seguridad que nos permite dejar atrás la duda. Para
Descartes alcanzamos la certeza cuando alcanzamos la evidencia
característica del cogito.
Conclusión: Descartes presenta la
verdad tradicional como una duda: ¿las ideas de la mente se
corresponden con la realidad extramental? Este es el problema de la
fundamentación del método. La verdad es la correspondencia de las
ideas con lo real, de la sustancia pensante con la sustancia extensa.
Correspondencia garantizada por Dios, sustancia infinita que engloba
a las otras dos.
Descartes afirma que las ideas innatas
son ciertas, al margen de la duda porque cumplen la evidencia del
cogito. Sin embargo, no acaba de fundamentar el método. Deberá
recurrir a Dios para que las correspondencia entre las ideas y las
cosas quede garantizada.